Los peligros relacionados con el clima y el agua se han reconocido como la causa de mas de 11 mil desastres, 2 millones de víctimas mortales y millonarias pérdidas económicas en los últimos 50 años. Aunque la media de muertes notificadas por cada desastre se ha reducido en un tercio en este mismo periodo, los desastres registrados se han quintuplicado y las pérdidas económicas se han multiplicado por siete. Las cifras que revelaba el Informe sobre el Estado de los Servicios Climáticos 2020 daban sustento a la observación de que las alertas tempranas son fundamentales a la hora de minimizar las consecuencias de los desastres climáticos. A la vez, motivaban una reflexión acerca de la urgencia de transitar “de las alertas tempranas a las acciones tempranas”.
Una de cada tres personas carece de cobertura de estos sistemas de alerta, a pesar de que las predicciones sobre los efectos de los fenómenos meteorológicos son fundamentales para salvar vidas, advierte la Organización Meteorológica Mundial.
El Día Meteorológico Mundial, que se celebra cada 23 de marzo, lleva este año el lema ”Alerta temprana y acción temprana” para destacar la importancia de la información hidrometeorológica y climática para reducir el riesgo de desastres.